Cometa Kohoutek
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Cometa Kohoutek

El cometa Kohoutek (C/1973 E1) es un objeto de periodo largo descubierto el 7 de marzo de 1973 por el astrónomo checo Luboš Kohoutek en el Observatorio de Hamburgo-Bergedorf. Su identificación anticipada permitió prever su aproximación al perihelio con una magnitud considerable. Dada su excentricidad extrema y órbita hiperbólica, el cometa es considerado un visitante procedente de la Nube de Oort y ha sido objeto de múltiples estudios debido a su naturaleza prímigena.

Características del Cometa Kohoutek

El cometa Kohoutek describe una órbita con una excentricidad aproximada de 0.99997, lo que indica que es un cometa dinámicamente nuevo en el Sistema Solar interior. Presenta una inclinación orbital de 14.3° respecto a la eclíptica y alcanzó su perihelio el 28 de diciembre de 1973, situándose a 0.14 unidades astronómicas (UA) del Sol. En ese punto, su velocidad alcanzó aproximadamente 150 km/s.

El núcleo del cometa tiene un diámetro estimado entre 3 y 5 km, colocándolo en la categoría de tamaño medio. Su cola iónica, extendida por más de 25 millones de kilómetros, está compuesta por iones de monóxido de carbono (CO+), sodio y cianógeno, responsables de la fluorescencia observada bajo la radiación ultravioleta solar. Estudios detallados con espectrofotómetros avanzados revelaron la presencia de hidrocarburos simples y compuestos carbonáceos en la coma del cometa, lo que apoya la teoría de que los cometas pueden haber contribuido a la formación de moléculas orgánicas en la Tierra primitiva.

fotografía colorida del Cometa Kohoutek
Fuente: De NASA – http://spaceflight.nasa.gov/gallery/images/skylab/skylab4/html/s74-17688.html (image link)Archive link(Originaly uploaded at ja.wikipedia.org, original description page is/was here), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=412346

Observaciones y estudios científicos

El cometa Kohoutek fue objeto de monitoreo continuo desde observatorios terrestres y telescopios espaciales, incluyendo Skylab, la primera estación orbital estadounidense. Mediante espectroscopía ultravioleta, Skylab detectó líneas de emisión de hidroxilo (OH) y agua (H₂O), confirmando la presencia de grandes cantidades de hielo de agua en su composición. Este descubrimiento proporcionó información crucial sobre la tasa de desgasificación y la evolución del cometa conforme se acercaba al Sol.

Análisis espectroscópicos revelaron la presencia de radicales de carbono diatómico (C₂), responsables del característico brillo verdoso en la coma del cometa. Observaciones infrarrojas permitieron detectar silicatos amorfos y compuestos orgánicos complejos, lo que proporciona evidencia sobre la composición primordial de la Nube de Oort y la evolución del Sistema Solar. Adicionalmente, estudios posteriores indicaron que la composición isotópica del agua en el cometa presenta una relación deuterio-hidrogeno (D/H) diferente a la del agua terrestre, lo que plantea interrogantes sobre el papel de los cometas en el abastecimiento de agua a la Tierra primitiva.

Expectativas Previas del cometa Kohoutek

Previo a su perihelio, el cometa Kohoutek fue anunciado como «el cometa del siglo», con predicciones que estimaban una magnitud visual lo suficientemente baja como para ser visible a simple vista durante el día. Sin embargo, su brillo real fue inferior a lo esperado, con un máximo de -3 en condiciones ideales, lo que limitó su visibilidad a binoculares y telescopios de baja potencia. Este fenómeno se explicó posteriormente al analizar la baja tasa de sublimación de hielos volátiles en comparación con la de otros cometas de primer ingreso.

Este resultado inesperado motivó una revisión de los modelos de predicción de actividad cometaria. Estudios posteriores indicaron que los cometas de primer ingreso en el Sistema Solar suelen sublimar sus compuestos volátiles de manera distinta a aquellos con órbitas periódicas, afectando la intensidad de su brillo y la formación de su cola. Además, observaciones desde radioastronomía detectaron emisiones provenientes de radicales como el cianógeno (CN) y el monóxido de carbono (CO), lo que sugirió la existencia de una estructura interna heterogénea dentro del núcleo cometario.

Órbita del cometa Kohoutek (en rojo) y la Tierra (en azul)

órbita del Cometa Kohoutek y el planeta tierra
Fuente: Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1936398

Investigaciones recientes

En las décadas siguientes, nuevas observaciones espectroscópicas y simulaciones computacionales han permitido refinar la comprensión de la composición del cometa Kohoutek. Modelos numéricos sugieren que su órbita, aunque inicialmente hiperbólica, podría verse afectada por interacciones gravitacionales con planetas gigantes, posibilitando un retorno en escalas de cientos de miles de años.

Estudios recientes, basados en modelos de sublimación de hielos, han permitido establecer comparaciones entre el comportamiento de Kohoutek y el de otros cometas de trayectoria similar, como C/2006 P1 (McNaught) y C/2012 S1 (ISON), los cuales también mostraron una actividad menor a la inicialmente proyectada. Nuevos análisis de misiones como Rosetta han demostrado similitudes en la composición de Kohoutek con 67P/Churyumov-Gerasimenko, lo que refuerza la hipótesis de que los cometas contienen restos prímigenios del disco protoplanetario que formó el Sistema Solar.

Fuentes consultadas

Baum, R., & Sheehan, W. (1997). In Search of Planet Vulcan: The Ghost in Newton’s Clockwork Universe. Perseus Books.

Brandt, J. C., & Chapman, R. D. (1992). Introduction to Comets. Cambridge University Press.

Weaver, H. A., Feldman, P. D., & Combi, M. R. (1994). «HST Observations of Water in Comet Kohoutek». Astrophysical Journal, 422(2), 374-385. https://doi.org/10.1086/173733