cometa en el cielo estrellado
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Cometa 73P/Schwassmann–Wachmann

El cometa 73P/Schwassmann–Wachmann (73P/SW3) es un miembro de la familia de cometas de Júpiter y se distingue por su extraordinaria fragmentación documentada en observaciones recientes. Su comportamiento altamente dinámico lo convierte en un caso de estudio fundamental para la comprensión de los procesos de disrupción cometaria y la evolución de cuerpos menores en el Sistema Solar. El estudio de cometas fragmentados como 73P/SW3 proporciona información crucial sobre la estabilidad estructural de estos objetos y su evolución a lo largo de múltiples órbitas alrededor del Sol.

Propiedades físicas del Cometa 73P/Schwassmann–Wachmann

Descubierto el 2 de mayo de 1930 por los astrónomos alemanes Arnold Schwassmann y Arno Arthur Wachmann en el Observatorio de Hamburgo, este cometa sigue una órbita elíptica con un período de 5.4 años, una excentricidad de 0.694 y una inclinación de aproximadamente 11.4° con respecto a la eclíptica. Sus dimensiones y masa han sido objeto de múltiples estudios, especialmente tras los eventos de fragmentación que han modificado su estructura original.

Antes de su fragmentación, las estimaciones indicaban que su núcleo tenía un diámetro cercano a 1.5 km, compuesto mayormente por hielos volátiles como H₂O, CO y CO₂, junto con material refractario de silicato y compuestos orgánicos. Observaciones espectroscópicas han revelado una emisión significativa en el infrarrojo medio, lo que sugiere una superficie cubierta por material poroso con alta reflectividad en ciertas longitudes de onda. Además, los modelos de evolución térmica sugieren que la estructura interna del núcleo pudo haber sido altamente heterogénea, con zonas de mayor concentración de hielos y otras predominantemente polvorientas.

imágenes del cometa Schwassmann-Wachmann fragmentado
Fuente: De NASA, ESA, H. Weaver (APL/JHU), M. Mutchler and Z. Levay (STScI). Animation from three images by User:Vesta – http://hubblesite.org/newscenter/newsdesk/archive/releases/2006/18/image/

Dinámica orbital y fragmentación

En 1995, 73P/SW3 experimentó un evento de fragmentación que incrementó notablemente su brillo. El análisis de imágenes obtenidas desde telescopios terrestres y espaciales reveló la división del núcleo en al menos cuatro fragmentos principales (A, B, C y D). Modelos térmicos sugieren que la sublimación del hielo interno, junto con el estrés rotacional inducido por el calentamiento solar, desempeñó un papel clave en su disrupción.

Durante su retorno de 2006, el proceso de fragmentación continuó, detectándose decenas de fragmentos adicionales mediante técnicas avanzadas de imagen y espectroscopía. Observaciones con el telescopio espacial Hubble y el Observatorio Gemini mostraron una dispersión de fragmentos con velocidades de escape entre 5 y 10 m/s, lo que indica un mecanismo de eyección impulsado por la presión del gas sublimado en el interior del núcleo. Estudios recientes han sugerido que este proceso de fragmentación es más complejo de lo inicialmente previsto, con fragmentos secundarios generando nuevas eyecciones de material y alteraciones en la dinámica orbital de los restos.

Los fragmentos del cometa han permitido analizar diferencias en composición y estructura interna entre secciones del núcleo original. La espectrometría de masas ha identificado variaciones en la abundancia de compuestos volátiles, sugiriendo que ciertas regiones del núcleo contenían proporciones significativamente distintas de hielo y polvo. Este fenómeno indica que la fragmentación cometaria no es un proceso homogéneo y que puede estar influenciado por la distribución interna de materiales dentro del cometa.

Posibles encuentros con la Tierra y actividad meteórica

Dado que la órbita del 73P/SW3 se cruza con la terrestre, se han evaluado las probabilidades de eventos de lluvia de meteoros asociados a sus fragmentos. Modelos dinámicos indican que en mayo de 2022, la Tierra atravesó una región densa de partículas liberadas en 1995, generando una actividad meteórica detectada por redes de radar y observadores terrestres. La distribución y densidad de estos escombros sugiere que podrían existir múltiples interacciones futuras con la Tierra, especialmente en encuentros orbitales que favorezcan la convergencia de partículas liberadas en ciclos previos.

vista espacial del planeta Tierra en el universo

Las velocidades de impacto de estos meteoroides son del orden de 16 km/s, lo que implica eventos de baja energía cinética comparados con otros enjambres meteóricos. Simulaciones numéricas sugieren que encuentros en 2040 y 2070 podrían producir tasas de meteoros más elevadas, dependiendo de la densidad y distribución de los escombros en la trayectoria del cometa. La meteorítica asociada a 73P/SW3 es de especial interés para la astroquímica, ya que los análisis de espectros de emisión en la atmósfera terrestre pueden proporcionar datos sobre la composición volátil de los fragmentos originales.

Investigaciones actuales

Desde su fragmentación, el cometa ha sido un objetivo prioritario en estudios cometarios. La misión SOHO ha monitoreado la actividad de sus fragmentos a lo largo de sus perihelios subsiguientes, mientras que observaciones del telescopio espacial Spitzer han caracterizado la composición del polvo expulsado, revelando una distribución granulométrica consistente con una fragmentación progresiva en núcleos de alta porosidad.

El 73P/SW3 ha sido propuesto como un posible blanco para misiones futuras de exploración cometaria. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha evaluado la viabilidad de enviar sondas para estudiar su estructura interna y su evolución post-fragmentación, lo que proporcionaría información esencial sobre los procesos de diferenciación térmica en cuerpos helados del Sistema Solar. Estudios más detallados de la estructura interna de los fragmentos pueden aportar información clave sobre la historia de formación del cometa y su interacción con el entorno interplanetario.

El análisis continuo de 73P/SW3 también es relevante en el contexto de la protección planetaria. La fragmentación de cometas y asteroides representa un riesgo potencial para la Tierra, y comprender la dinámica de disrupción en cuerpos pequeños puede mejorar la capacidad de predicción y mitigación de impactos. A su vez, futuras investigaciones pueden centrarse en el papel de la radiación solar y las fuerzas de marea en la fragmentación cometaria, proporcionando una mejor comprensión sobre la evolución de estos cuerpos a largo plazo.

Fuentes consultadas

  • Farnocchia, D., Chesley, S. R., & Chodas, P. W. (2016). Dynamical evolution and fragmentation history of Comet 73P/Schwassmann–Wachmann 3. The Astronomical Journal, 152(6), 195. https://doi.org/10.3847/0004-6256/152/6/195
  • Reach, W. T., Vaubaillon, J., Lisse, C. M., Holloway, M., & Rho, J. (2009). Spitzer Space Telescope observations of the debris trail of comet 73P/Schwassmann–Wachmann 3. Icarus, 203(2), 571-588. https://doi.org/10.1016/j.icarus.2009.04.023
  • Ye, Q.-Z., Brown, P. G., Pokorný, P., Wiegert, P. A., & Gural, P. (2022). Meteor outbursts from comet 73P/Schwassmann–Wachmann 3: Prediction and detection of the 2022 tau Herculids. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, 517(4), 5741-5752. https://doi.org/10.1093/mnras/stac3147